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20 septiembre, 2018

CÓMO LA VIOLENCIA DE GÉNERO SE CONVIERTE EN SEXTING

Consumo intensivo de alcohol  en los espacios recreativos de ocio desde la perspectiva de género: sobre cómo la violencia de género se  convierte en sexting.

 

“Cualquiera que sea la libertad por la que luchamos, debe ser una libertad basada en la igualdad”, Judith Butler.

 

Los relatos sobre la violencia género en mujeres drogodependientes son múltiples y muestran la complejidad de un fenómeno multifactorial e  invisibilizado, sobre el que el mundo de las drogodependencias no ha visto un tema de interés en las investigaciones ni en las políticas.

En 2016, la investigación para analizar el impacto de la violencia  de género entre mujeres consumidoras de drogas, llevada a cabo por el Consejo de Europa concluía que la violencia de género en la población drogodependiente presenta diferentes niveles y formas. Partiendo de ella, vislumbramos distintos relatos que nos permiten comprender dónde aparecen distintas relaciones entre violencia de género y uso o abuso de sustancias psicoactivas:

  1. Un primer relato sobre violencia de género, entre las mujeres drogo-dependientes, hace alusión a la violencia que sufrimos todas las mujeres y que es de dos tipos siguiendo a la OMS (OMS, 2017):
  2. Violencia estructural y Violencia sociocultural que mantiene la situación de desigualdad y dependencia de las mujeres y que genera desigualdad en el acceso al trabajo o a la vida pública, entre otras.
  3. La violencia contra las mujeres -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública, pudiendo aumentar el riesgo de contraer el VIH, y una violación de los derechos humanos de las mujeres.

En este sentido, los datos de los que disponemos son impresionantes y muestran que:

  • Las estimaciones mundiales publicadas por la OMS indican que alrededor de una de cada tres (35%) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
  • La mayoría de estos casos son violencia infligida por la pareja. En todo el mundo, casi un tercio (30%) de las mujeres que han tenido una relación de pareja refieren haber sufrido alguna forma de violencia física y/o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida.
  • Un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos por su pareja masculina.
  1. Un segundo relato sería la violencia asociada al uso y abuso de drogas:

La violencia asociada con el uso de drogas o prostitución, dada en entornos en los que las mujeres son más vulnerables por ser entornos de consumo violentos y agudizar las situaciones de violencia de género.

Los relatos sobre la violencia género en mujeres drogodependientes son múltiples y muestran la complejidad de un fenómeno multifactorial e  invisibilizado

El PNSD hablaba en 2008 de un 53% de mujeres que viven en situación de violencia de género y tienen un problema de abuso de drogas, aunque expertos investigadores y profesionales afirman que el número es mucho más elevado.

Disponemos de escasa investigación sobre las relaciones entre la violencia de género y el abuso de drogas. Algunos estudios dan un perfil de las mujeres que acuden a tratamiento por un problema de abuso de drogas y dan este perfil (Blanco Zamora, 2007):

  • Entre los 31 y los 40 años con una edad media de 36.
  • En el 51% de los casos solteras con un porcentaje importante de mujeres separadas con hijos/as (34.5%).
  • La demanda de tratamiento suele ser por la adicción al alcohol y/o cocaina con una adicción de 11 años de evolución.
  • Se inició en el consumo a los 19 años de media con una pareja consumidora.
  • Es maltratada por esta pareja desde los 22 años durante un periodo aproximado de 8 años sin pedir ayuda.

 

  1. El tercer relato trata de la motivación del consumo de drogas entre las mujeres que padecen situaciones de violencia. Nos referimos sobre todo al consumo intensivo de drogas legales en las que tienen prevalencias de consumo más altas y puede estar relacionado con la violencia de género a modo de estrategia. Las mujeres víctimas pueden recurrir al consumo de sustancias psicoactivas (alcohol, psicofármacos u otras drogas legales). Creemos que se trata de una forma de afrontamiento del sufrimiento experimentado.

Aquí tampoco podemos olvidar que el abuso de drogas puede ser una motivación que utiliza el maltratador. En este sentido, los trabajos de Carmen Meneses (2018) en trata y prostitución han mostrado como el uso y abuso de drogas puede ser un mecanismo de coerción y de control de la víctima en relación a la prostitución y la trata.

Pero lo que nos gustaría destacar es que la violencia de género como hecho social no es estática, se trasforma y busca  distintos mecanismos de acción, como se está produciendo en los espacios de consumo intensivo de alcohol  de los y las adolescentes en España.  En España como en otros países europeos se ha venido produciendo una incorporación de las mujeres al consumo intensivo  de alcohol (Romo et al., 2016; Slade y et al., 2016).

“Los comportamientos violentos relacionados con el consumo intensivo de alcohol se relacionan en ocasiones con el uso problemático de la tecnología. Así aparecen nuevas formas violentas como el sexting”

Los datos disponibles muestran que en España los y las adolescentes llevan a cabo consumos muy intensivos de alcohol.  Una de cada cuatro personas de 14 años relata haber sufrido una intoxicación etílica alguna vez en su vida, a los 16 años el porcentaje asciende al 56,5% y a los 18 años al 74,1%. Desde hace al menos una década, las adolescentes admiten haberse emborrachado alguna vez en la vida en mayor proporción que los varones (51,4% de las chicas frente al 48,7% de los chicos) (ESTUDES, 2016).

Beber intensivamente a menudo puede estar relacionado con el riesgo de violencia física (Hunt et al., 2005; de Visser y Smith, 2007) y beber entre mujeres a menudo se ha asociado con vulnerabilidad a amenazas de riesgo sexual. Algunos estudios muestran que la violencia en las parejas adolescentes aumenta la vulnerabilidad ante el consumo y las víctimas pueden consumir más alcohol y llevar a cabo pautas de policonsumo. (Parker and  Bradshaw , 2015).

Los comportamientos violentos relacionados con el consumo intensivo de alcohol se relacionan ocasiones con el uso problemático de la tecnología. Así aparece nuevas formas violentas como el «sexting», la práctica que consiste en compartir texto, fotos y vídeos íntimos a través de Internet y redes sociales, utilizando para ello principalmente el teléfono móvil. Sabemos entonces que los nuevos entornos juveniles de ocio son espacios  en los que el alcohol potencia  nuevas formas de violencia entre los más jóvenes. Por tanto, creemos necesario repensar la intervención en los contextos de consumo intensivo de alcohol y la necesidad de trabajar con una perspectiva de género para incluir la violencia contra las mujeres en todas sus formas.

 

Referencias bibliográficas:

Blanco Zamora, P. (2007). Perfil psicopatológico Psicoterapia y socioterapia de la mujer adicta maltratada. Fundación Instituto Spiral.

ESTUDES (2016). Encuesta Estatal sobre uso de drogas en Enseñanza Secundaria en España (ESTUDES),. Madrid: Delegación del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas (DGPNSD). Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI).

Hibell, B., Danielsson, A. K., Wennberg, P. & Romelsjö, A. (2012). Alcohol use, heavy episodic drinking and subsequent problems among adolescents in 23 European countries: does the prevention paradox apply?. Addiction107(1), 71-80.

Hunt, G. P., MacKenzie, K., & Joe-Laidler, K. (2005). Alcohol and masculinity: The case of ethnic youth gangs. Drinking cultures: Alcohol and identity, 225-254.

Meneses, C. (2018). La trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual. Sal terrae: Revista de teología pastoral106(1229), 21-33.

Romo-Avilés, N., Marcos-Marcos, J., Marquina-Márquez, A., & Gil-García, E. (2016). Intensive alcohol consumption by adolescents in Southern Spain: The importance of friendship. International Journal of Drug Policy31, 138-146.

OMS. (2017). Respuesta a la violencia de pareja y a la violencia sexual contra las mujeres: resumen. (OMS & OPS, Ed.), WHO. World Health Organization.

Parker, E. M., & Bradshaw, C. P. (2015). Teen dating violence victimization and patterns of substance use among high school students. Journal of Adolescent Health57(4), 441-447.

Plan Nacional sobre Drogas (2008). Encuesta estatal sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias.

Slade, T., Chapman, C., Swift, W., Keyes, K., Tonks, Z., & Teesson, M. (2016). Birth cohort trends in the global epidemiology of alcohol use and alcohol-related harms in men and women: systematic review and metaregression. BMJ open6(10), e011827.

De Visser, R. O., & Smith, J. A. (2007). Alcohol consumption and masculine identity among young men. Psychology and health22(5), 595-614

 

AUTORAS

Nuria Romo-Avilés y Penélope Sánchez-González

Departamento de Antropología Social – Instituto Universitario de Investigación de Estudios de las Mujeres y de Género- Universidad de Granada

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