CAMBIANDO VIDAS A TRAVÉS DE LA INSERCIÓN LABORAL – CRUZ ROJA

Maika Sánchez
Directora del Plan de Empleo de Cruz Roja Española

“Cuando busco empleo me dicen que ya no valemos porque hemos perdido la chispa. La verdad es que con la edad hemos ganado templanza y capacidad de organización�. 49 años, participantes del proyecto Desafío +45 CRE

Cruz Roja Española participa actualmente en el Programa Operativo de Inclusión Social y Economía social cofinanciado por el fondo social europeo como beneficiario final desarrollando diferentes proyectos a través de itinerarios de inserción sociolaboral. Algunos datos que avalan nuestra trayectoria en el POISES es que al cierre de esta primera fase habremos ofrecido una cobertura  a más de 62.000 personas de las cuales casi 22.000 han sido cualificadas y 26.000 han accedido a una oportunidad laboral. Entre las iniciativas desarrollas está una específica con personas mayores de 45 desempleadas de larga duración.

Algunos datos que avalaron esta propuesta fue que según la EPA, las tasas de desempleo bajan de manera general (14,3% en diciembre 2018) y el 38% de ellos tenía más de 45 años; y el 50% de los desempleados de larga duración tienen más de 45 años. Se trata por tanto de un colectivo muy vulnerable en claro riesgo de exclusión laboral y social. ¿Podemos plantearnos un futuro en la sociedad sin sus aportaciones?,¿Podemos asumir que por tener más edad ya no se tienen capacidad para el mercado laboral? ¿Podemos afirmar entonces que el colectivo de personas mayores de 45 años es un colectivo especialmente vulnerable?

Además de la acumulación de circunstancias que incrementan la vulnerabilidad ya que muchas de ellas son mujeres, inmigrantes, monomarentales, en hogares sin ingresos, con bajos niveles formativos, etc vemos como la edad está teniendo una gran incidencia a la hora de incorporarse o retornar al mercado de trabajo. Las personas que durante su juventud se han incorporado entrando y saliendo del mercado de trabajo con mayor o menor dificultad, ven como una vez traspasada la barrera de los 45 ese retorno ya no es igual de fácil. El mercado se vuelve rígido. En muchas ocasiones no porque hayan perdido sus competencias laborales tras quedar en situación de desempleo sino por la percepción del mercado de trabajo y la sociedad en general a cerca de sus “recién adquiridas limitaciones� además de otros muchos elementos de desigualdad y discriminación.

Este drama según pasa el tiempo producen otros efectos relacionados con la persona que pueden alejarla cada vez más de la posibilidad de encontrar trabajo: falta de esperanza en encontrar un nuevo trabajo comenzando por el aislamiento social, el prolongado estado de desempleo puede descualificar a los/as profesionales que no se adaptan a los cambios, reducción en la intensidad de la búsqueda de empleo al no recibir ofertas y no conseguir acceder a entrevistas de trabajo generando desánimo generalizado, etc. de ahí la necesidad de iniciativas específicas.

En este contexto Cruz Roja Española pone en marcha en 2016 el proyecto específico para atender a las necesidades del colectivo que apenas cuenta con recursos específicos en las que se añaden múltiples vulnerabilidades sociales, Desafío Empleo +45. A lo largo de estos años se ha atendido a más de 10.200 personas cuyo perfil es ha sido el siguiente

El trabajo con las personas desempleadas mayores de 45 años que se acercan a Cruz Roja presentan un perfil característico marcado por la ausencia de confianza, la creencia de que su reincorporación al mercado es más que difícil y con un gran desconocimiento de los procesos de búsqueda de empleo. Frases como una mujer de 52 años de Sevilla que nos trajo un curriculum con una amplia experiencia en su profesión tras realizar estudios superiores y que nos dijo: “Te traigo el curriculum, pero esa ya no soy yo, yo vengo a por un puesto de limpieza�. Lo que nos hace ver la situación de aceptación de que su situación no iba a cambiar u otra Mujer de 55 años “Yo sólo quería meterme en la cama, taparme hasta la cabeza y no salir�. Así, el trabajo de acogida y orientación personalizado empieza por ayudar a recomponerse a la persona y conseguir recuperar su autoestima. Tras este punto de partida se trabaja para poner en valor su conocimiento y sus competencias, una propuesta de valor que nos hable de lo que sólo ella puede aportar a un puesto, una actitud de apertura al mundo digital y un conocimiento de las actuales herramientas de búsqueda de empleo. Y para evitar el aislamiento social producido por el desempleo de larga duración se trabaja una metodología que combina la atención individual y la grupal. Este sistema consigue grupos de apoyo y mejora el proceso de empleabilidad a través de una actitud más positiva que se consigue a través del grupo.

Muestra de ello son declaraciones como una mujer de Huelva de 50 años que nos dice “No me viste cuando llegué, soy otra persona� u otra que nos dice “Sé qué es difícil, pero he recuperado la ilusión�

La formación se centra por una parte en la adquisición de las competencias necesarias para alcanzar su objetivo profesional y por otra, en caso de necesidad, la recualificación de las personas ya que lo que necesitan es una actualización en la forma de realizar su profesión o si no cursos de capacitación adaptados a las necesidades del mercado y a las demandas de los/as participantes con este resultado como un hombre de 53 años en Santiago que decía “Este curso me ha cambiado la vida�. Las personas tienen que realizar su propio proceso personal para ser la mejor versión de sí mismos y mejorar en la medida de lo posible sus opciones de acceder a un empleo.

Muchas de estas 10.200 personas, en concreto, 4.400 rompieron algunos estereotipos del mercado de trabajo accediendo al empleo, otras 4.000 han mejorado su empleabilidad a través de su recualificación y siguen intentando buscar una nueva oportunidad laboral.

Hemos aprendido que es necesario realizar además un trabajo de sensibilización en los entornos empresariales que flexibilicen la entrada a las personas que por razón de edad no son tratadas en igualdad de condiciones en su acceso al mercado de trabajo.  Todo este trabajo de itinerarios se ha complementado con un importante trabajo con el entorno ya que una parte de las dificultades del colectivo radica en los extendidos estereotipos que sufren y que les impiden competir en igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo y lanzamos por este motivo “La campaña Desafío +45� que ha sido una acción participativa realizada por los propios participantes del proyecto donde su objetivo es desmontar los estereotipos y prejuicios que sufren y poner en valor sus talentos y capacidades. Ellos y ellas han prestado su imagen y sus testimonios en videos que se han difundido en redes con el fin de sensibilizar y lograr revertir en la medida de lo posible la visión negativa asociada a la edad.