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Alcohol

ALCOHOL | volver a TIPOS DE DROGA

Es la droga legal de consumo más común, aceptado en las sociedades occidentales y es el ingrediente tóxico de las bebidas fermentadas y destiladas. Su efecto es depresor sobre el sistema nervioso.

Se considera consumo problemático cuando se observan algunos de estos SÍNTOMAS:

  • pérdida de control del consumo
  • beber en ayunas beber ante acontecimientos de gran tensión
  • recaída en el consumo a pesar de los efectos negativos
  • problemas familiares, sociales, laborales
  • olvidos y despistes
  • pérdida de conciencia de la realidad y negación.

También cuando se producen los siguientes PROBLEMAS:

TOLERANCIA: Es la necesidad de aumentar la cantidad o dosis de alcohol consumida, para lograr los mismos efectos que se experimentaban antes de que el organismo entrase en contacto de forma repetida con el alcohol. La tolerancia aparece porque el organismo se habitúa a la presencia del alcohol en los tejidos.

ABSTINENCIA: La abstinencia se refiere a una reacción que se produce tanto en el cuerpo, como en la capacidad mental, cuando se interrumpe o disminuye el consumo. La abstinencia suele aparecer entre las 12 horas y los 2 ó 3 días siguientes a la disminución del alcohol en los tejidos, tras haberse mantenido un consumo prolongado de grandes cantidades del mismo. Entre los síntomas de abstinencia se pueden encontrar: ansiedad, insomnio, temblores, elevada sudoración, nauseas, disminución del estado de conciencia, etc.

Existen diferentes TIPOS DE ALCOHOLISMO, ya sea para aplacar o anestesiar tensiones o problemas emocionales:

  • la persona que tiene que beber todos los días, aunque no llegue a la intoxicación
  • hay personas que beben intensamente periodos muy breves y mantienen la abstinencia durante largas temporadas
  • personas que tienen el problema de empezar a beber y no poder parar, los denominados dipsomaníacos
  • personas que presentan un problema de consumo crónico de alcohol, con consecuencias orgánicas derivadas del consumo, como cirrosis hepática, diabetes y otras enfermedades.

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No se puede determinar una sola causa alcoholismo, la evidencia indica que es la suma de varios factores la que va a determinar que una persona se vuelva alcohólica: cantidad y frecuencia de consumo, edad de inicio (en la pubertad y adolescencia se es más sensible a los efectos del alcohol), exo (el organismo de la mujer es más vulnerable a los efectos del alcohol), predisposiciones genéticas y/o familiares, enfermedades hereditarias. Esto no significa que se determine una causa-efecto, ya que los factores ambientales son fundamentales para llegar a determinar un problema de alcoholismo. Además, existen características psicológicas que se relacionan con el problema como baja tolerancia a la frustración, inseguridad en las relaciones sociales y personales, elevadas expectativas sobre las capacidades personales, baja autoestima, la soledad del emigrante… También hay trastornos psiquiátricos que correlacionan con el consumo de alcohol, como fobia social, psicosis de tipo paranoide, alteraciones del estado de ánimo, otros problemas adictivos (ya sea como sustituto, en consumo paralelo o en consumo cruzado). Problemas laborales y/o económicos también facilitan la aparición de un problema con el alcohol, así como el estrés laboral y la eventualidad. Aunque existe evidencia de pacientes alcohólicos de todos los niveles educativos y económicos, hay mayor incidencia de alcoholismo en población con bajos niveles de ingresos. En nuestra sociedad, la cultura del alcohol y la elevada disponibilidad también actúan como favorecedores.

Las CONSECUENCIAS del alcohol sobre el organismo son diversas y actúan a varios niveles:

  • Disminuye la actividad de las neuronas del sistema nervioso
  • Tiene efecto tóxico sobre el tejido del corazón, ya que altera el ritmo y frecuencia de las pulsaciones, modifica las células de la sangre y cambia la dilatación de los vasos sanguíneos.
  • Altera la nutrición por la reducción de las vitaminas, la disminución del azúcar en sangre y el aumento del ácido úrico. Produce alteraciones gástricas, intestinales, sobre el páncreas (Diabetes insípida) y las conocidas hepatitis, cirrosis e hígado graso.
  • Altera la conducta sexual por la pérdida de la libido, produce a largo plazo atrofia muscular y debilidad progresiva, deterioro en la piel (psoriasis, eczemas e infecciones cutáneas, eritema facial, arañas vasculares, eritema de manos y pies, etc), aumento de triglicéridos, colesterol e hipogonadismo y ginecomastia por alteración del metabolismo de estrógenos.
  • Especialmente grave es el Síndrome Alcohólico Fetal que afecta a los recién nacidos, cuyas madres han consumido cantidades excesivas de alcohol durante el embarazo.

dsc_0791  Las CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS del alcoholismo son las   siguientes (extraído de www.auladealcoholismo.es)

  • Delirium Inducido por Alcohol (Delirium Tremens): Estado tóxico-confusional acompañado de trastornos somáticos, de corta duración y que, a veces, hace peligrar la vida del individuo. Se inicia, generalmente, después de interrumpir el consumo de alcohol y, de manera más común, en personas que presentan una grave dependencia y largos antecedentes de consumo. El síndrome comienza con ansiedad, insomnio, temblores, taquicardia y transpiración fuerte. A continuación tiene lugar la fase de delirium con desorientación, fluctuación del nivel de conciencia, alucinaciones, miedo intenso y temblores con agitación motora. El mantenimiento de la activación vegetativa puede conducir a un estado de deshidratación.
  • Demencia persistente inducida por alcohol: engloba trastornos intelectuales y del razonamiento complejo, así como trastornos de la memoria y trastornos de la atención.
  • Trastorno amnésico persistente inducido por alcohol
  • Encefalopatía de Gayet-Wernicke: Incluye alteraciones de la conciencia, de la memoria y de la coordinación de los movimientos.
  • Encefalopatía de Korsakoff: Afectación importante de la memoria, confabulaciones y alteraciones en el razonamiento.
  • Trastornos psicóticos inducidos por alcohol
  • Alucinosis Alcohólica: síntomas psicóticos (normalmente, alucinaciones auditivas de contenido amenazante y acusador) que se produce tras una intensa intoxicación alcohólica en la que el individuo ha estado consumiendo dosis elevadas de alcohol durante varios días.
  • Celotipia Alcohólica: vacilaciones y desconfianzas patológicas respecto a la fidelidad del compañero.
  • Trastorno del estado de ánimo inducido por alcohol: Con frecuencia, el consumo excesivo y crónico de alcohol se asocia con depresión
  • Trastorno de ansiedad inducido por alcohol: ansiedad generalizada y fobias sociales.
  • Trastorno del sueño inducido por alcohol: sueño no reparador, aumento de las horas de vigilia, etc.
  • Trastorno sexual inducido por alcohol
  • Trastornos de la función eréctil y disminución de la espermatogénesis en el varón.
  • Disminución de la fertilidad en la mujer.

Existen, además, una serie de consecuencias sociales derivadas y relacionadas con el uso indebido del alcohol:

  • Accidentes de tráfico, especialmente con víctimas mortales y accidentados severos.
  • Conflictos familiares, especialmente los relacionados con violencia familiar y de género. También problemas de pareja y codependencia afectiva.
  • Problemas en el trabajo: absentismo laboral, disminución del rendimiento laboral, accidentes y bajas médicas, pérdida del puesto de trabajo.
  • Descontrol económico y deterioro de la economía familiar.
  • Aumento de la comisión de delitos: contra la propiedad, tráfico e imprudencias, violencia familiar y de género (ya descritos), contra la libertad sexual, crímenes violentos etc.

En los últimos años, el uso de alcohol por parte de las mujeres ha cambiado, pero sigue habiendo diferencias de género: el organismo de la mujer metaboliza peor el alcohol, que en el caso del hombre. La mujer suele ocultar su adicción, con lo que su problema es más difícil de detectar. Las consecuencias familiares son distintas para el alcoholismo femenino debido a tener normalmente cargas familiares, además en las causas del alcoholismo femenino hay factores familiares perturbadores más graves que en el masculino. Para terminar, en nuestra sociedad sigue estando “peor vista” una mujer alcohólica que un hombre, por lo que las mujeres alcohólicas suelen ser objeto de mayor estigmatización que los hombres.